jueves, 29 de septiembre de 2011

3012

Una nueva aventura de : SERGI, EL JUSTICIERO DEL UNIVERSO INMENSO.


Dómun se mueve. En todos lados se mueve. De pronto grandes terremotos ponen en alerta a los ciudadanos del planeta de Sergi y su gente. Cataclismos, tsunamis y toda clase de fenómenos naturales comienzan a ocurrir en este lugar del Universo que era tan tranquilo. ¿A qué se debe? Pregunta, Sergi, a los científicos más encumbrados de su querido planeta. No sabemos todavía. Es la respuesta que le dan. Estamos investigando con toda nuestra tecnología que como bien sabes, Sergi, es la más avanzada de toda la galaxia.

Estoy preocupado, madre. Le dice, Sergi a Lidia, la Princesa de todos los Cielos Azules del Universo. Esto no es normal, todo Dómun parece que fuera a estallar… Los hombres de ciencia no saben que decirme y la gente tiene miedo.

Sergi, querido hijo, esto para mi tiene una explicación.

Cuál, madre.

Hace miles de años, el desaparecido planeta Tierra, vivió algo así de acuerdo a una antigua profecía de una civilización que desapareció misteriosamente: Los Mayas.

Sergi, se acomoda en su sillón de líder de su planeta, dispuesto a escuchar con mucha atención a su madre porque sabe de su enorme sabiduría.

Ocurrió en el año 2012 de ese planeta azul. Enormes cataclismos destruyeron gran parte de la Tierra, aunque no ocurrió lo que se temía.

Qué se temía, madre.

El fin del mundo. Eso ocurrió varios siglos después y por otras causas, pero la humanidad quedó muy lastimada por las desgracias que ocasionó la naturaleza. El miedo se instaló en la gente que comprendió que eso ocurría por lo mal que se comportaban con el único lugar en el que podían vivir; su única casa en el espacio sideral.

Pero eso no pasa aquí en Dómun, madre, tú sabes de lo respetuosos que somos con nuestro lugar en el Universo.

Lo sé, mi querido, Sergi, lo sé, pero la casi coincidencia de las fechas, aunque sean mil años más, me hacen pensar que aquellas antiguas profecías Mayas se hacen realidad en Dómun.

Sí, madre, somos descendientes de los sobrevivientes de la Tierra. Hasta aquí llegaron nuestros antepasados hace ya 3012 años... Pero, ¿qué hemos hecho mal para que este planeta esté tan enojado? Tengo que averiguarlo.

Sergi investiga, estudiando antiguos documentos, en las ruinas de la ciudad que los antepasados llegados del desaparecido planeta Tierra fundaron, llamándola: Nueva Aramea. Sólo él puede leer e intentar comprender esos extraños jeroglíficos: “Llegará de aquél que viaja el fin de este que no viaja. “ Llegará de aquél que… ¿Qué querrá decir esta extraña frase que parece una profecía? Sergi no duerme, piensa, se devana los sesos, tiene que descifrar este verdadero acertijo. Convoca a todos los sabios de Dómun. Nadie le encuentra la vuelta y mientras tanto las noticias de más terremotos preocupan a todos los ciudadanos que esperan lo peor. La naturaleza se ha ensañado con ellos.

“Llegará de aquél que…” De aq… ¡Del cielo! Claro, del cielo, tiene que ser algo que viaja por el Universo y viene directamente a nosotros que estamos aquí, quietos.

Todos los sabios, astrónomos y científicos de Dómun se reúnen con Sergi, el Justiciero del Universo Inmenso. Si algo se acercara a nosotros ya lo habríamos visto, le dicen. Estoy seguro de que estos cataclismos son producidos por un planeta que ejerce una atracción poderosa sobre nuestro planeta. Les dice, Sergi, con autoridad. Observen los radares interestelares, los poderosos telescopios que ven más allá del final del cosmos, estoy seguro de que esto es por algo que viene de muy lejos.

Efectivamente. Un planeta errante que ocultaba la nebulosa, Humo Oloroso, es visto de pronto desde el telescopio llamado, Vidrio de Síffonn. Lamentablemente es descubierto muy tarde. En siete días impactará contra Dómun destruyéndolo, porque si bien es errante, su puntería es infalible. No hay vuelta que darle, Sergi, una vez más tiene razón y, 3012 será el año del fin del Dómun.

Lluvia, la Princesa más hermosa que el rocío de la mañana, Soberana de todos los Soles Interestelares, no quiere despegarse de su amado Sergi. Sabe que sus días juntos están contados. Pero Sergi no se quedará quieto esperando el desenlace final, no, piensa que la única manera de salvar a Dómun es destruyendo el planeta errante que además es pura roca solar, no hay agua en él y por lo tanto está deshabitado. ¿Pero cómo? Consulta a los sabios, soldados y científicos y todos llegan a la conclusión de que la única manera es con rayos láser-atómicos. Cosa que no se puede hacer desde Dómun por la enorme distancia que todavía los separa. Hay que ir al encuentro del planeta que los destruirá, lo cual llevará días.

Es muy peligroso, mi amado, Sergi. Se lamenta, Lluvia.

No hay alternativa. Dice, Sergi. Sólo dos naves son tan poderosas para llegar hasta él y destruirlo: La mía, Supernova V LOZ y la de Paula e Isla. Pero no puedo arriesgarlas a ellas… No… Iré yo solo.

¡Ni locas nos dejarás aquí! Se escucha la voz de Paula que ha oído todo.

No te desprenderás de nosotras. Arremete, Isla. Nuestra nave no la conduce nadie más.

Saben que quizá no regresemos con vida… Les advierte, Sergi.

Tú solo no puedes, si nos quedamos aquí, todos moriremos. Dice muy segura, Paula.

No creo que puedas con ellas… Le asegura, Lluvia.

Qué trabajo el de Arancha, la sacerdotisa del planeta más pacífico del Universo, + Bu heno KELPAN, siempre tiene que bendecir a estas dos niñas temerarias antes de partir a misiones tan peligrosas, pero es la manera de protegerlas. Lo mismo que la Princesa Lidia, al tener que demostrarle tanta seguridad a su hijo, Sergi, aunque por dentro tema por él. Su única ayuda es colgarle del cuello la Medalla de la Justicia Justa que lo protegerá y lo mantendrá comunicado mentalmente con ella.

Después de tres días de preparación, ya están las dos naves listas. Cargadas de rayos láser-atómicos para cumplir con la misión. La despedida es muy emotiva. Todos saben que quizá no se vuelvan a ver, pero para Sergi, Paula e Isla, esta es la misión más importante de sus vidas. Deberán salvar a Dómun de la destrucción, no hay nada que supere eso. El planeta errante está a sólo cuatro días de distancia; eso es nada en el Universo. Y al fin parten las dos naves. Sergí, el Justiciero del Universo Inmenso, como siempre, acompañado por su fiel perro, DogX1

A tres días del impacto.

Las dos naves viajan a gran velocidad. Cruzando nebulosas, bordeando satélites, esquivando grandes y pequeños meteoritos, y casi divirtiéndose los tres aunque la misión sea tan peligrosa y difícil. Mientras, en Dómun, Lidia, Lluvia y toda la población, rezan a todos los Dioses buenos del Universo rogándoles por el éxito de tan delicada responsabilidad de nuestros pequeños y a la vez grandes héroes.

A dos días del impacto.

Los cataclismos en Dómun son cada vez peores. Toda la población los soporta con hidalguía y esperanzas en Sergi y sus queridas amigas. Mientras, las aguas doradas de los mares crecen inundando campos y poblados, los ciudadanos se refugian en lugares donde el agua no llega. Los terremotos son cada vez mayores. La cercanía del planeta errante empeora las cosas. La Princesa Lidia, confía en su temerario hijo, sabe que es la única carta de triunfo que tienen, y también porque ella está conectada a él aunque esté a miles de Kilómetros.

A un día del impacto.

Bien, amigos de Dómun, estamos cerca y ya tengo un plan de ataque.

Dinos cuál es, Sergi.

Escuchen bien, Paula e Isla, me adelantaré hasta poner mi nave al oeste del planeta errante. Ustedes siguen directo a él. Cuando esté en posición, a una señal mía, lanzamos los rayos láser-atómicos al mismo tiempo para que el impacto, desde dos lados, sea más destructivo... ¿De acuerdo?

De acuerdo, Sergi… Dice, Paula. Y si fallamos, cuál es el plan B.

No hay plan B, no hay tiempo para eso, si esto falla será el fin de todo lo que existe en Dómun.

Lidia, desde el centro espacial de Dómun le habla a su hijo: No fallarán, lo sé, mi amado hijo, confío en ti más que nada en el Dómun.

Gracias, madre, sólo deseo volver a verte, a ti y a Lluvia. Las extraño mucho.

¡Guau!

DogX1 también las extraña.

A ocho horas del impacto.

¡Por todas las estrellas Tres Marías del Universo!

¿Qué ocurre, Sergi?

El disparador de mi nave no funciona, no podré lanzar mis rayos.

¡Rayos y Centellas! Grita Paula. ¡Cáspita! Grita, Isla. Se ve que leen antiguos comics.

Sólo queda una cosa por hacer, así que prepárense, no podemos perder tiempo, me lanzaré con mi nave hacia el planeta. En cuanto esté cerca les aviso a ustedes, mis amigas, para que lancen los rayos láser-atómicos.

¡Pero, Sergi, morirás! Le dicen desde la base de Dómun.

¿Acaso tienen una mejor idea? Les contesta. En segundos perderemos comunicación con ustedes, sólo podré tenerla con Paula e Isla. Madre, te amo; Lluvia cuidaré de ti desde el Cielo de todas las almas… La comunicación se corta. Una tristeza infinita invade a todos en el Centro Espacial. Lluvia llora lágrimas dulces. Lidia se concentra para estar comunicada con Sergi hasta último momento. Todo Dómun espera el desenlace.

Pasa una hora más larga que la cola de un cometa. Los segundos parecen minutos y los minutos horas. Cuando de pronto: ¡Impresionante! Exclaman todos los habitantes de Dómun al ver la explosión más grande de todos los tiempos en el cielo. El planeta errante estalla en millones de pedazos que se convierten en polvo cósmico. El espectáculo es realmente magnífico. La misión encabezada por Sergi ha sido un verdadero éxito. Ya no hay peligro de choque; los terremotos ceden, las aguas bajan, el querido planeta de nuestro héroe se ha salvado de una gran catástrofe. La alegría invade a todos, pero, en el Centro Espacial, no. Todos saben que Sergi dio su vida por ellos y ahora ruegan que las queridísimas Paula e Isla estén regresando a casa.

Las horas pasan, no hay comunicación posible. La concentración de la Princesa Lidia, que no sale de su trance, preocupa a todos. De pronto se escucha: Paula, llamando a base… Paula llam… ¿Me escuchan? Trrrr… tututut…. Rrrrr ¿Me escuch…?

Sí, Paula te escuchamos, adelante.

Paula, llamando a Base… ¿Me escuchan?

Te escuchamos, adelante, Paula.

¡Contesten, pedazos de rocas galácticas! ¿Qué se creen que estamos de vacaciones?

Te escuchamos, Paulita, te escuchamos.

Ah, por fin… Estamos yendo en busca de Sergi y DogX1…

¿Cómo? ¿Están vivos?

Claro que sí, Sergi programó la Supernova V LOZ para lanzarla al planeta errante y luego se eyectó con su perro enfundados en trajes espaciales. Una hora después, cuando calculamos que impactaría la nave sobre el planeta, lanzamos nuestros rayos y logramos el éxito final de la operación.

Lo verdaderamente impresionante fue la algarabía que se desató en el Centro Espacial de Dómun al escuchar semejante noticia. Lidia, abrazó a Lluvia diciéndole: Yo sabía, sabía que mi hijo estaba vivo. Lo supe a través de la medalla de la Justicia Justa porque él nunca dejó de apretarla con su mano.

Isla se dirigió a la base: A Sergi y a su perro les quedan 20 minutos de oxígeno pero nosotras llegaremos en quince y luego todos a casa. Por favor, encarguen unas pizzas de pepperoni y el mejor hueso con sabor a lagarto dulce para DogX1. Estar tan lejos del hogar siempre da hambre.

Otra vez nuestro héroe triunfó. Esta vez para salvar a su querido planeta. El año 3012 sólo será una anécdota por los siglos venideros. Y para nosotros, queridos lectores, una nueva aventura ha terminado. ¡Salve, Sergi, el Justiciero del Universo Inmenso!