Cruzando mares de chocolate.
Parándote en la punta
de una montaña de dulce de leche.
Extendiendo tus bracitos de caramelo.
Veo como el viento te llena los ojitos de miel.
Te sigo viendo.
Mientras corres por nubes de crema
los angelitos te saludan a tu paso.
Lo veo y requeteveo.
Tú eres pura dulzura.
Con un corazón tan grande
que al mio derrites.
Desde aquí siempre lo veré
y requeteveré.
A Paulita.