domingo, 19 de diciembre de 2010

El nacimiento.

Ella vio en el cielo una estrella

más luminosa que cualquiera.

Estiró su mano con esperanzas

y con su dedo logró tocarla.

Un destello de luz produjo

tan grande como el firmamento.

Una manita pequeñita

con su dedito tocó el de su mamita.

Nació así de repente

un niñito para toda la gente.

En todo el mundo celebraron

con villancicos desde lo más lejano.

A su pesebre de pronto llegaron

reyes en camellos y con regalos.

Vino a salvar al mundo

dijeron los hombres más sabios.

Por eso hoy es un día festivo

es que el Niño Dios ha nacido.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Isla y el hada.

Escribí este cuento para la pequeña Isla, la hermanita un poco mayor de Paula, la niña del cuento anterior a este. Isla, sabe que su hermanita necesita de muchos cuidados de sus padres, y a veces siente un poco de celos, pero adora a Paula.

La niña da vueltas y vueltas con los brazos abiertos, girando y girando. Estrellitas la iluminan y giran sobre ella. Está feliz porque un hada, blanca y con su varita mágica, entró volando por la ventana, para jugar con la niña encantada.

¿Cómo te llamas? Le pregunta el hada.

Isla, es mi nombre. Le dice la niña.

¿Isla? Dice el hada blanca. Es el nombre más bonito que he escuchado, ¿y quién te ha puesto ese nombre?

Mi mamá y mi papá. Contesta la niña.

Sabes, para que te hayan puesto un nombre tan precioso te deben querer muchísimo. Le dice el hada.

Si me quieren mucho, pero me parece que quieren más a mi hermanita…

¿Por qué piensas eso? Le pregunta el hada.

Porque están más con ella que conmigo, se preocupan mucho y a mi me dicen que luego, que más tarde, que ahora no. Dice Isla un poco triste.

No es así, Isla, a ti te adoran, te quieren muchísimo, lo que pasa es que tu hermanita necesita más cuidados y tú lo sabes…

Si, pero yo quisiera que estén más conmigo…

Mira, Isla, tus papás sufren porque no pueden estar más tiempo contigo, ellos quisieran eso porque tú eres una niña que todo el mundo ama. Le dice el hada. Y te lo voy a demostrar, toma mi mano y no tengas miedo.La niña, tomada de la mano del hada, sale volando por la ventana hacia la ciudad que está allá abajo. Los niños que juegan en la plaza la ven y la saludan: Isla, cómo estás, que suerte que vuelas…

Luego, volando, llegan al bosque y los gnomos y los duendes la invitan a tomar chocolate con pastel de crema, vistiendo su mesa con manteles floridos y margaritas en los floreros. La llegada de Isla para ellos es motivo de una fiesta, porque están ante la niña más hermosa y buena del mundo. Para que esté a tono para la fiesta, el hada toca con su varita mágica a Isla y un vestido rosa precioso, con un moño de Cenicienta, y una corona de flores en su cabecita la viste de repente encantando a todos los presentes. Llegan príncipes y princesas de todas partes al lugar. Nadie se quiere perder el acontecimiento para la niña más hermosa que todos han de ver. Los animales del bosque: ardillas, bambis, palomas y conejos, se acercan a saludarla muy contentos, y bailan a su alrededor, acompañados por la música que Isla toca en un piano blanco y de cola.

Qué bien tocas el piano, nadie lo hace como tú en todo este bosque encantado. Le dicen. Y todos cantan a coro que Isla tiene un gran corazón.

Cuando termina la fiesta, vuelve la niña con el hada, volando a la puerta de su casa. Papá y mamá preocupados la reciben con abrazos y muchos besos emocionados.

No sabíamos dónde estabas, Isla querida, no sabes cuanto te extrañamos y amamos. Le dicen a Isla y ella los besa muy fuerte porque sabe que es verdad lo mucho que la aman.

Tengo mucho que contarles. Les dice a sus papis queridos. Pero antes voy a hacer algo que para mi es muy importante. Y corre a abrazar a su hermanita, porque también mucho la ha extrañado.

sábado, 9 de octubre de 2010

Paula y Blancanieves.

Este cuentito lo escribí para la pequeña Paula, que vive en Madrid y es una gran luchadora, a pesar de su corta edad, por la vida que a veces es injusta.

Blancanieves, despierta cuando ya los 7 enanitos se han ido al bosque a hacer su trabajo. Bosteza estirando sus brazos, mira a su alrededor y dice en voz alta: Bueno, hay muchas cosas por hacer… A ver, por dónde empiezo: limpiar la casa, hacer la comida, planchar la ropa de los enanitos. Uf, hoy si que no tengo ganas…

En eso golpean a la puerta, ¿quién será? Seguramente uno de los 7 enanitos que se olvidó su herramienta de trabajo. Blancanieves abre la puerta regañando antes de ver quién es: Qué te has olvidado cabecita de… Pero, ¿tú, quién eres?

La que ha llamado es una niña pequeña y bellísima, que está paradita frente a la puerta, con una canastita llena de flores del bosque, y con cara de susto dice: Me llamo, Paula, y me he perdido cuando salí a buscar flores en el bosque para llevarle a mi mamá…

¡Oh! Le dice Blancanieves. No te preocupes, yo vivo acá con los 7 enanitos del bosque que cuando regresen te ayudarán a volver a tu casa porque ellos conocen todos los caminos…

La niña, sorprendida, le dice de pronto y poniéndose contenta: Pero, tú eres Blancanieves, sí, te he visto en los libros y en las películas…

Si, claro que lo soy y no sabía que era tan famosa, qué bueno. Sabes Paula, se me ha ocurrido una idea y tú me vas a ayudar. Escucha. Y acercándose al oído de la niña le cuenta su plan.

El día ha pasado, ya el sol se ha ido a dormir cuando llegan los 7 enanitos después de haber cumplido con su trabajo, cansados y hambrientos. Abren la puerta de la casa en la que viven con Blancanieves y la ven… No a Blancanieves, sino a Paula, vestida igual que ella. La niña esta preciosa con su falda amarilla y su chaqueta azul, con un gran moño rojo en la cabecita. Los 7 enanitos se sorprenden al ver a una Blancanieves más pequeñita, pero no se preocupan porque el olor a una rica comida sale de la cocina y todos se sientan a la mesa a comer. Paula, feliz, les sirve y come con ellos la riquísima comida que ha preparado. Todos cantan con ella, se ríen. En eso se asoma la verdadera Blancanieves desde detrás de la puerta de su habitación, le guiña un ojo a Paula que le devuelve el guiño, y vuelve a seguir descansando.

Los enanitos, le comentan a Paula, que han comido la más rica comida que han probado, que están encantados con una Blancanieves tan pequeñita, y que se quede a vivir con ellos. Pero Paulita, extraña a sus papis y a su hermanita y tiene que volver a casa. Los 7 enanitos le dicen que no se preocupe, que a la mañana siguiente la llevarán de vuelta a su casa, porque no hay mejor lugar para estar que con la familia.

Al amanecer, Paula, con su canastita llena de flores, se despide de Blancanieves con un gran abrazo y un beso y le promete que siempre volverá para estar con ella y con los enanitos, porque los quiere mucho a todos. Y luego se va contenta, vestida como Blancanieves porque le ha regalado la ropa, que en realidad es de cuando era pequeñita. Pronto, gracias a los enanitos, verá a su querida familia que seguramente la estarán extrañando por lo mucho que la quieren.

Paulita, ha pasado el día más feliz de su vida, se le cumplió un sueño maravilloso, de cuento, fue Blancanieves por una vez, y de ahora en más, lo será siempre.

martes, 3 de agosto de 2010

El beso de Agustina.

Santiaguito está enamorado y ya no puede esperar más. Esta noche se lo dirá a su vecinita, Agustina, y para eso elaboró un arriesgado plan. Llegó el momento, todos duermen, afuera la temperatura es agradable por el verano así que su amada dormirá con la ventana abierta. Sale de su casa sin hacer ruido, en pijama y descalzo. Cruza su jardín hacia el jardín de la casa de la niña. Lleva en la mano una cartita de amor que le escribió y, atándola a una piedra la arrojará hacia esa ventana que está en la parte alta de la casa, para luego volver a su cama feliz. Pero algo sale mal.

Un perro comienza a ladrar como loco despertando a todo el barrio. Santiaguito se queda paralizado por el miedo y no puede moverse. Parece un gnomo de jardín al quedarse duro como una estatua. Aparece un auto de policía con las sirenas sonando y con sus faros potentes iluminándolo. Eso no es todo, también llega el camión de exteriores de ese canal de noticias de la tele que siempre se presenta en todos lados. El pobre Santiaguito enamorado casi se muere del susto. “Está todo bien, es sólo un niño asustado” dice el oficial de policía hablando por su walkie talkie. “Vamos niño, vete a casa que es muy tarde ya”.

La mamá, desesperada, sale corriendo de la casa y logra mover a Santiaguito para llevarlo de vuelta a su hogar, mientras el camarógrafo del canal lo sigue enfocándolo todo el tiempo. Entonces, el pobre niño frustrado y triste, levanta su vista hacia la ventana de Agustina y la ve. Ella lo mira desde arriba con esos ojos celestes que lo tienen tan enamorado. Con ese cabello rubio con el que sueña todas las noches y esa sonrisa por la que se pelearía con todos los chicos del cole. Y ocurre un milagro. El milagro más grande de todos los tiempos. Agustina, se besa la palma de su mano derecha, la apunta hacía él, y soplando suavemente le arroja un beso que cruza todo el aire hasta posarse tiernamente en la mejilla del niño. La gloria.

Sí, Santiaguito está en la gloria. Acostado en su cama, después de que su mamá lo arropara, piensa en ese momento sublime que ha vivido. También piensa que cuando a la mañana todos estén desayunando lo verán por la tele, después de todo el canal de noticias lo filmó. De pronto se hará famoso, eso si que no lo había pensado. Parece que Agustina entonces tendrá que esperar, porque mañana todas sus compañeritas del cole querrán ser sus novias. “Esta sí que fue una gran noche” se dice a si mismo, cierra los ojos y se duerme.

martes, 27 de julio de 2010

Juanito quiere ser de todo.

Bombero, aviador, veterinario,

médico, abogado, príncipe

y tocar en una banda de rock.

Además de chef, arquitecto,

ingeniero, conducir un tren, taxista

y de una gran orquesta, director.


Juanito quiere ser de todo.

Astronauta para ir a la luna,

pintor, escultor, escritor,

maestro, futbolista, tenista

y rey de un país que quede cerquita.


Juanito quiere ser de todo.

Para ayudar a sus amigos,

papis, hermanos, abuelos

y a su perro que se llama Bandido.


Juanito estudiará mucho

para ser todo esto que les cuento.

Él sabe que jugando aprende

a ser un niño sabio y bueno.

Sabe también que así crecerá

y todo esto que quiere ser, será.

sábado, 17 de julio de 2010

Justina y el mar.

Justina vive en una ciudad
a orillas de un gran mar.
Le gusta caminar por la playa
sintiendo el sol en su cara.
Cuando la noche llega
en el cielo se ven muchas estrellas.
La niña imagina al verlas
que son ángeles con velas.
Piensa que ellos tienen suerte
al estar tan cerca de la luna.
Justina es la afortunada
porque todos los días que quiera
el mar mojará sus pies descalzos
con su espuma sobre la arena.
Justina vive en un lugar
que tiene un inmenso mar.

lunes, 28 de junio de 2010

Mamá, mi barriguita tiene hambre.

Mamá, mi barriguita tiene hambre.
Es hora de la comidita.
Salchichas, puré y papas fritas.
Ella no quiere que le des sopita.

Mamá, mi barriguita hace ruido.
A mi no me da respiro.
Qué te parece si comemos
un pollo al horno con tomillo.

Mamá, mi barriguita estará contenta
si cocinas lo que le gusta.
Carne con salsa y crema
y helado de chocolate y menta.

viernes, 18 de junio de 2010

Cuando duermo y sueño.

Cuando duermo y duermo
sueño y sueño.
Con hadas y angelitos
que me llevan de la manito.
A volar por el cielo
de todo el mundo entero.
Sueño con castillos, príncipes
dragones y caballeros.
Con princesas que duermen
y yo las despierto.
Navego por los mares
en galeones piratas.
Encuentro muchos tesoros
y es de palo mi pata.
Cuando gigantes me atacan
con mi espada los venzo.
Hasta que de pronto despierto
por mi mamá que me llama.
Me gusta cuando duermo y duermo
porque sueño y sueño.

martes, 8 de junio de 2010

Un diente se me cayó.

Un diente se me cayó.
Mi gato lo encontró.
Lo escondió en algún lugar
porque le gusta jugar.
Quiero mi diente que se me cayó
para el ratón que lo viene a buscar.
Él, una moneda me dejará
por mi diente que se me cayó.
A mi gato entonces le di
una pelota para jugar.
Por eso me devolvió
mi diente que se me cayó.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Mi Vaquita de San Antonio.

Una Vaquita de San Antonio
se posó en mi dedito.
Me miró con sus ojitos
y supe que sería mi amiguita.
Esa Vaquita de San Antonio
se parece a mis mediecitas.
Es colorada con pintitas negras
pero sin olor a patitas.
Estoy feliz con mi Vaquita
que mucha suerte me traerá.
Es que ella voló a mi manito
y ya nunca me dejará.


jueves, 13 de mayo de 2010

La hormiga Clementina.

Había una vez una hormiguita
llamada Clementina.
Dormía y dormía todo el día
y a buscar su comida no salía.
Cuando estaba por llegar el invierno
sus amigas le decían:
Ven con nosotros, Clementina,
con el frío no habrá comida.
Luego todas se iban
a buscar hojas y ramitas
para guardar en la despencita.
Clementina tan perezosa
dormía y dormía.
Cuando al fin despertó
el invierno había llegado
y su despensa estaba vacía.
Salió a buscar lo que sea
sola y muerta de frío.
Sólo encontró un tronquito
que cargó en su espaldita.
Cuando llegó al nido donde vivía
el tronquito en él no entraba.
Condenada a morir de hambre
lloró muy arrepentida.
Sus amigas la perdonaron
y llenaron de hojas su despencita.
Clementina la lección aprendió
y ya nunca más se dormiría.

sábado, 8 de mayo de 2010

Por qué habla mi loro que habla.

Dice, hola, la papa y llama a mi tía.
Mi loro que habla grita y grita.
Es todo verde con rojas pintitas.
Se sube a mi hombro
y le doy galletita.
Juego con él todos los días
a sacar de una caja, figuritas.
Habla y habla mi loro que habla
porque le enseño muchas palabritas.

viernes, 23 de abril de 2010

Un día viajé en avión.

Un día viajé en avión.
No quería pero me dieron un empujón.
Muy cerca las nubes vi
cuando en el avión hasta el cielo subí.
Volé como un pajarito.
Con alas y rapidito.
Mi casa parecía muy chiquita.
Mi mamá me saludaba desde la ventanita.
Estoy contento por aquél viaje en avión
aunque me hayan dado un empujón.

miércoles, 7 de abril de 2010

Mi gato se llama Lucas.

Mi gato se llama Lucas.
Tuvo otros nombres antes que este.
Luis, Minino, Mimoso y Clemente.
Pero a él le gusta que lo llame Lucas.
Raya las sillas con sus patitas.
Desenrolla la lana
con la que teje mi nana.
Se sube al ropero
y rompe un florero.
Mi gato que es muy juguetón
se llama Lucas
y lo quiero un montón.

domingo, 4 de abril de 2010

Un cuento que te cuento.

Había una vez un cuento.
Un cuento que te cuento.
Sobre un oso es este cuento
hermoso y de cuento.
Hablo del oso de este cuento
perezoso en el cuento.
Es el oso de este cuento
gracioso que ni te cuento.
Ese oso que ahora no encuentro.
Por eso ya no te cuento
lo del oso de este cuento.

lunes, 29 de marzo de 2010

En mi cuarto hay un ratón que vive en un rincón.

Se mete en la pared cuando entra mi mamá
y la espía escondido desde ese lugar.
Yo le doy queso y un pedazo de pan
entonces contento empieza a jugar.
Se come mis libros
cuando me pongo a estudiar.
Esconde en la alfombra
mi goma de borrar.
El ratón que vive en un rincón
es muy travieso y enoja a mi papá.




viernes, 26 de marzo de 2010

Tengo un soldadito que toca el tambor.

Tengo un soldadito que toca el tambor.
Está vestido de azul y sombrero marrón.
Toca que te toca, un, dos, un, dos.
Me gusta verlo marchar, chocar y chocar
con sillas y muebles tocando el tambor.
Debajo de mi cama toca el tambor.
No puedo dormir, no puedo soñar.
Mi soldadito que toca el tambor
no piensa parar de tocar el tambor.
Mejor me voy a jugar
para no escucharlo marchar y marchar.

jueves, 25 de marzo de 2010

Por qué salta la rana que salta.

Por qué salta la rana que salta.
La rana que salta, salta porque salta.
Dice el pájaro carpintero martillando un hornero.
Salta que te salta la rana que salta.
Dice el sapo abriendo su boca grande y ancha.
Si salta y salta es porque vive en Salta.
Dice el hornero enojado con el carpintero.
Yo salto y salto y no me canso si salto.
Dice la rana que salta y que te salta.
Ahora sé por qué salta la rana que salta.
Dice la hormiga comiendo una planta.